Fallece el primer pontífice latinoamericano
El Vaticano confirmó que el papa Francisco falleció el lunes en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, a los 88 años. La noticia fue anunciada a través de un comunicado oficial en X (antes Twitter), un día después de que Francisco fuera visto en silla de ruedas bendiciendo a los fieles durante la misa del Domingo de Pascua. Su muerte marca el fin de un papado profundamente reformador que cambió el rumbo de la Iglesia católica.
Una vida marcada por la fe y la humildad
De Buenos Aires al Vaticano

Jorge Mario Bergoglio nació en 1936 en el barrio de Flores, en Buenos Aires. Hijo de inmigrantes italianos, creció con una fuerte educación católica. Ingresó en la Compañía de Jesús y fue ordenado sacerdote en 1969. Su compromiso con los pobres y marginados lo llevó a destacar en el ámbito eclesiástico hasta convertirse en arzobispo de Buenos Aires y cardenal.
Elección como papa

En 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, fue elegido como el papa número 266 de la Iglesia católica. Fue el primer papa latinoamericano, el primero jesuita y el primero en tomar el nombre de Francisco, en honor a san Francisco de Asís.
Un pontificado de reformas y controversia
Un estilo pastoral inclusivo

Desde el inicio, Francisco se distanció de la pompa del Vaticano. Vivió en una residencia modesta, usó vehículos sencillos y mantuvo una actitud cercana a la gente. Se convirtió en símbolo de sencillez y de lucha por la dignidad de los más vulnerables.
Apertura a temas antes tabú
Francisco permitió que sacerdotes bendijeran a parejas del mismo sexo, afirmó que las personas trans pueden ser padrinos y defendió la comunión para políticos proaborto como el presidente Joe Biden. Estas decisiones lo enfrentaron con sectores conservadores de la Iglesia.
Enfrentando los abusos
Inicialmente criticado por su respuesta a los escándalos de abusos sexuales, terminó implementando reformas significativas. Estableció mecanismos para responsabilizar a obispos y altos jerarcas encubridores y reestructuró la Pontificia Comisión para la Protección de Menores.
Su impacto internacional
Voz global en temas sociales
Francisco denunció el capitalismo salvaje, defendió a los migrantes, condenó el racismo y luchó por el medio ambiente. Su encíclica Laudato Si’ se convirtió en un manifiesto ecologista de referencia internacional.
Diplomacia arriesgada
Ayudó a restablecer relaciones entre EE. UU. y Cuba, intentó mediar en la guerra de Ucrania y firmó acuerdos con China sobre el nombramiento de obispos. Sus críticos lo acusaron de ser ingenuo; sus defensores, de audaz.
Viajes a las periferias

Visitó zonas ignoradas por el poder eclesiástico, como Sudán del Sur, Irak, Myanmar y la Amazonía. Se arrodilló ante líderes enemigos para pedirles paz y denunció el neocolonialismo.
Un legado de tensiones y esperanzas
Enfrentamientos internos
Fue acusado de herejía por sectores ultraconservadores y enfrentó un clima hostil, especialmente desde EE. UU., donde el cardenal Raymond Burke lideró la oposición. Francisco, lejos de confrontar directamente, avanzó con reformas mediante consensos y paciencia estratégica.
Reformas internas
Cambió la estructura del Colegio Cardenalicio, descentralizó el poder del Vaticano, impulsó más liderazgo femenino y renovó las oficinas clave con obispos de perfil pastoral. Su visión era una Iglesia más colegiada, diversa y menos autoritaria.
Ambigüedades sin resolver
Aunque permitió el debate sobre temas como el celibato, el rol de la mujer y la ordenación de hombres casados, evitó decisiones radicales. Su estrategia fue abrir puertas sin imponer giros bruscos.
Últimos días y despedida

Salud quebrantada pero activo
En sus últimos años, padeció múltiples enfermedades: problemas respiratorios, operaciones intestinales y dificultad para caminar. Aun así, siguió viajando y dando mensajes potentes en defensa de la paz y la justicia social.

La despedida de un papa diferente
Francisco murió rodeado de sus colaboradores más cercanos en la Casa Santa Marta. El Vaticano ha confirmado que sus exequias seguirán el protocolo establecido para papas fallecidos. El mundo observa ahora el futuro de una Iglesia que él dejó en plena transición.